Seamos fieles en las cosas pequeñas porque ahí estará nuestra fortaleza.
Miremos el ejemplo de la lámpara que arde con el aporte de pequeñas gotitas de aceite y sin embargo da mucha luz.
Las gotitas de aceite de nuestras lámparas son las cosas pequeñas que realizamos diariamente: la Fidelidad, la Puntualidad, las Palabras Bondadosas, las Sonrisas, nuestra actitud amorosa hacia los demás.
No hay nada que sea pequeño a los ojos de Dios, y Él mismo se tomó la molestia de hacerlas para enseñarnos cómo actuar...
Por eso se transformaron en infinitas.
jueves, 8 de enero de 2009
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